Notes

Lo principal es tener claro qué querés decir. Parece una obviedad pero no lo es. Uno cree que sabe qué es lo que quiere decir pero eso es algo que realmente se comprende a mitad del proceso.
Lo primero es olvidarse del Powerpoint. El peor error es ponerse de una a escribir slides: es una pérdida de tiempo y solamente da la ilusión de que se está avanzando.
Lo que suelo hacer es, durante varios días, anotar en una hoja, todas las ideas que se me ocurran relacionadas a la charla. Sin orden, es un mapa de ideas. Y no se puede hacer en un sólo día, lleva tiempo. Durante ese período suelo pensar en el comienzo y en final de la charla, qué cosas puedo decir para introducir y para redondear el tema. Lo primero es más fácil que lo último, sobre todo porque como dije, el tema todavía no está 100% definido.
Luego, me encierro en una habitación y empiezo a hablar en voz alta sobre el tema. No tiene que ser en el orden de la charla; tampoco es obligatorio usar la hoja aunque puede estar de ayuda memoria. La idea es improvisar, probar argumentos, incluso encontrar palabras que son difíciles de pronunciar, testear expresiones o bromas. Suele ser cansador hacer esto, es un proceso de entre 30 y 60 minutos. Generalmente ahí es cuando termino de darme cuenta del nudo central del argumento de la charla.
Recién entonces se puede armar un primer borrador de Powerpoint, muy esquemático, generalmente de un par de palabras o una frase por slide, con el fin de armar la estructura de la charla.
Ahí empieza el primer ensayo. Es imprescindible cronometrarlo (a veces incluso filmarlo). Es en ese momento que te das cuenta que la intro está durando 5 veces más de lo que debería y que tenés que sacar 3 de los 5 ejemplos que pensabas analizar. Siempre ensayar parado y con espacio para moverse.
Paso siguiente: armar el Powerpoint y, si se puede, ensayar un poco más pero no demasiado para que no se acartone la presentación.
Si la charla es para un evento, generalmente los organizadores (subyugados por la tiranía de los técnicos de la sala de conferencias) te piden el Powerpoint una semana antes del evento. Es imposible tenerlo listo con tanto tiempo (si lo tenés listo es porque es una charla que ya diste mil veces y por lo tanto no vas a decir nada nuevo y por lo tanto te vas a aburrir y por lo tanto la audiencia se va a dar cuenta).
Es imposible explicar a los organizadores todo esto y por ende negarse a mandarles un Powerpoint de antemano. Muy pocas veces lo entienden. Por eso, es mejor mandarles un Powerpoint trucho y luego cambiarlo a último momento. Todos felices.
A menudo cambio slides o su orden pocos minutos antes de dar una charla, por el simple hecho de haber visto a la audiencia. Eso es una cosa que se aprende con el tiempo, pero hay muchos tipos de públicos y, sobre la marcha, hay que tener cintura para improvisar pequeños cambios.
Eso es todo. No hay recetas mágicas, esto es apenas algo que me ayuda a mí. Ojalá les sirva para inventar su propio proceso.