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Inmunidad al COVID-19: lo que sabemos hasta ahora sobre la vacuna, respuesta inmunitaria 'natural' - CNET en Español
El COVID-19 en sí desencadena cierto grado de inmunidad en quienes lo han tenido, pero las vacunas han demostrado ser una forma más segura de lograr la protección contra la enfermedad.

El coronavirus ahora ha infectado al menos a 100 millones de personas en todo el mundo, lo que ha provocado más de 2 millones de muertes. Sin embargo, aquellos que se recuperan desarrollan cierto grado de inmunidad, lo que los protege contra el COVID-19, según los médicos que estudian el COVID-19. Las vacunas, incluidas las que protegen contra el coronavirus, también estimulan la inmunidad y protegen contra la enfermedad, pero de una manera diferente y más segura que la enfermedad misma. Y a medida que el lanzamiento de la vacuna contra el coronavirus en todo el país continúa cobrando fuerza, las preguntas sobre la inmunidad contra el COVID-19 naturalmente han comenzado a surgir. ¿Qué tan protegido estás contra Pruebas COVID ? ¿Cuánto dura? ¿Deberían vacunarse aquellos que se han recuperado del coronavirus?

Aún se desconoce mucho sobre el COVID-19 , incluido si la inmunidad de la enfermedad en sí es más fuerte o más débil que la que resulta de cualquiera de las dos vacunas que se administran actualmente. Sin embargo, lo que sí se sabe es que la reinfección con COVID-19, aunque rara, no es desconocida. Los expertos recomiendan que todos se vacunen contra el coronavirus, ya sea que hayan tenido COVID-19 o no.

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dicen que las personas que han tenido COVID-19 pueden, si así lo desean, omitir la vacuna por ahora mientras los suministros son limitados si desean dejar que otros se adelanten en la fila. Eventualmente, sin embargo, los CDC dicen que deberían vacunarse como todos los demás. (Hay factores que llevan a los expertos a sugerir que algunas personas podrían no ser buenas candidatas para recibir la vacuna, pero por razones distintas a la inmunidad).

Aquí, echaremos un vistazo a lo que sabemos sobre la inmunidad al coronavirus en lo que se refiere tanto a la enfermedad en sí como a las vacunas disponibles para protegerse contra ella. Tenga en cuenta que las mutaciones del virus podrían afectar parte o toda la información que se presenta a continuación. Además, no hay suficiente evidencia concluyente en este momento para saber cómo se relaciona cada vacuna contra el coronavirus con las nuevas variantes que están surgiendo actualmente. Esta historia no pretende servir como consejo médico. Si está buscando un sitio para administrar una vacuna COVID-19, esto es lo que debe saber.

Una tarjeta de vacuna contra el coronavirus puede recordarle cuándo regresar para su segunda dosis.

¿Qué es exactamente la inmunidad contra el coronavirus y cómo se obtiene? El sistema inmunológico es la defensa de su cuerpo contra los gérmenes que pueden enfermarlo, incluidas las bacterias, los hongos, las toxinas y los virus. Se compone de varios órganos diferentes que producen células y proteínas diseñadas para proteger contra enfermedades. A lo largo de su vida, el sistema inmunitario detecta, recuerda y defiende contra los gérmenes invasores; esta resistencia es "inmunidad". Los médicos están particularmente interesados en los anticuerpos y las células T cuando se trata de COVID-19, ya que se ha demostrado que ambos ayudan a proteger contra la infección.

La inmunidad que acumulas se llama inmunidad adquirida y básicamente hay tres formas de obtenerla: estar expuesto de forma natural a una infección o enfermedad, recibir los anticuerpos de otra persona como forma de tratamiento o recibir una vacuna.

Debido a que todavía hay un suministro limitado de la vacuna contra el COVID-19, los CDC dicen que aquellos que se recuperaron de la enfermedad pueden esperar para recibirla, pero no para siempre.

Vacuna frente a inmunidad 'natural': ¿cuál dura más? La inmunidad a algunas enfermedades puede durar toda la vida, como el sarampión y las paperas. Otras enfermedades desencadenan una inmunidad duradera pero no férrea, como la varicela, que puede reaparecer como culebrilla más adelante en la vida. Y con otras enfermedades como la gripe, la inmunidad es limitada y de corta duración, en parte porque los virus que causan la gripe mutan muy rápidamente.

Un estudio de enero de 2021 detectó un nivel de anticuerpos contra el coronavirus compatible con la inmunidad hasta ocho meses después de que los pacientes se infectaran. Un estudio similar pero separado de noviembre concluyó que la protección dura al menos cinco a siete meses después de la infección.

Las vacunas contra el COVID-19 no han existido lo suficiente como para proporcionar respuestas definitivas, pero la mayoría de los expertos parecen esperar al menos un año de inmunidad después de haber sido vacunadas. Eso podría significar que serán necesarias inyecciones anuales de "refuerzo" para eliminar el virus por completo. El CEO de una de las compañías detrás de una vacuna COVID-19, Stephane Bancel de Moderna, ha dicho que el mundo tendrá que vivir con el coronavirus "para siempre".

Hasta que la población haya alcanzado un cierto nivel de inmunidad, se espera que la mayoría de la gente continúe limitando las salidas en público.

Vacuna vs. inmunidad 'natural': ¿Cuál es más fuerte? El hecho de que haya desarrollado cierto grado de inmunidad contra una enfermedad en particular no significa que haya un 0% de posibilidades de que la contraiga si se expone. A eso se refieren los investigadores cuando dicen, por ejemplo, que la vacuna Moderna tiene una efectividad del 94,5%. Eso significa que, por cada 1000 personas que reciben la vacuna, 945 no contraerán la enfermedad si se exponen, pero 55 aún podrían hacerlo. La otra vacuna actualmente autorizada en EE. UU., la de Pfizer, tiene una eficacia del 95 %, lo que significa que 95 de cada 100 personas que la reciban estarán protegidas.

Hay un rumor peligroso que dice que el COVID-19, la enfermedad en sí misma, es 99 % efectivo para prevenir la reinfección. Si bien no está claro qué tan preciso es realmente ese número, un hecho permanece: COVID-19 ha matado a más del 2% de las personas infectadas por él. Las vacunas, por otro lado, no solo previenen la infección, sino que salvan vidas.

vacuna contraInmunidad 'natural': ¿Cuál es más segura? Además del riesgo de muerte, los médicos han identificado toda una letanía de efectos a largo plazo que han soportado los pacientes que se recuperan de COVID-19. Estos llamados "transportistas de larga distancia" han experimentado tos, a veces fatiga severa, dolores corporales, dolor en las articulaciones, dificultad para respirar y una variedad de trastornos neurológicos. Para algunos, los síntomas persisten semanas e incluso meses después de que la infección inicial desaparece.

Algunos síntomas de COVID-19 pueden persistir durante semanas e incluso meses en un pequeño porcentaje de personas que contraen la enfermedad.

Hasta el momento, no ha habido muertes relacionadas directamente con ninguna de las vacunas contra el coronavirus que se distribuyen actualmente en todo el mundo. Además, a pesar de que un pequeño número de destinatarios experimentó algún tipo de reacción alérgica, generalmente menor, las respuestas negativas generales de cualquier tipo son bastante mínimas. Los efectos secundarios más comunes son dolor o hinchazón alrededor del lugar de la inyección y fiebre, escalofríos, cansancio o dolor de cabeza.

Ahora que han llegado las vacunas, es posible que se avecine algún tipo de regreso a la normalidad, pero hasta entonces todos deberán seguir usando máscaras y manteniendo la distancia social. Además, para acelerar el regreso a la oficina, su empleador podría exigirle legalmente que se vacune. Sin embargo, hagas lo que hagas, ten cuidado de estar atento a cualquiera de las múltiples estafas relacionadas con las vacunas que circulan.
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