Notes

Querida María Laura:

Bueno, la verdad es que tomar coraje para venir a escribirte una vez más fue bastante intenso pero creo que después de haber compartido un año entero juntos la manera en que decidí cortar todo no fue la mejor. No fue adecuado ni considerado y aunque dos meses hayan pasado ya, te pido mis más sinceras disculpas por haberte cortado la posibilidad de un feedback.

Si mal no recuerdo, las cosas en ese entonces prendían de un hilo que cada vez se hacía más y más finito y no voy a negar que durante estas semanas no me tomé el tiempo de releer nuestras conversaciones, nuestras peleas con el afán de poder comprender mejor las cosas y a la única conclusión que llegué es que desde hacía bastante tiempo que los dos queríamos correr de esa situación solo que nadie parecía tomar la iniciativa. Es decir, el cariño mutuo existía pero ninguno quería saber nada con el ambiente que generabamos al momento de estar juntos y es bastante fuerte darse cuenta de ello después de un tiempo.

Hace bastantes semanas ya que vengo escribiéndote cartas que jamás envié, solo son un método de descargue como alguna vez me lo recomendaste. Bastante efectivo si te tengo que ser honesto pero la realidad es que me tocó la hora de enviarte una personalmente y god, espero que te llegue.

De conocerte me imagino que no querés saber nada con ver mi cara por eso esto me pareció el mejor método para liberar algunas cosas que no se dijeron en ese entonces y vos tenés todo el derecho del mundo en responderme de igual manera si así quisieras, cosa que la última vez al bloquearte de todos lados no te lo permiti. Repito, se que a pasado tiempo y mucha agua bajo el puente, por eso esto es a libre elección. No me quedan dudas de que por mi parte si me quedé con ganas de decir algunas cosas y aclarar un par de otras.

Después de hacer bastante introspección al respecto me di cuenta que los últimos meses estábamos en sintonías muy distintas. Nos lastimamos muchísimo, uno al otro, al punto en que releyendo hace unos días ví que ya desde noviembre vos eras quien me decía que creias que no había manera de solucionarlo; que haga lo que haga, diga lo que diga pero tampoco te animabas a decirme un "Hasta acá, Sebastián". Dabamos vueltas en círculos una y otra vez hasta llegar al mismo punto. Para las fiestas me deprimí y me toleraste bastante por ello, pero el 31 de diciembre (me parece muy curioso que sea justo el día que marcaba un año de conocerte) cuando explotaste con todo lo que hacía y lo que no por Whatsapp fue un punto quiebre para mí.

Creo que llegué a una instancia en donde no sabía ya como manejar la situación, como contenerte y como respetarme a mi mismo también. No es novedad que por una larga temporada lo último mencionado es lo que menos hice por ponerte por encima de mis necesidades y eso no fue más que mi culpa. No te dejé ver lo que necesitaba, no hablaba y sólo peleaba cuando podíamos tener un mínimo de diálogo durante el día. Te digo, me di cuenta de esto bastante tarde, pero vos no te merecías eso. No te merecías mis maltratos, mis silencios y mis palabras ofensivas siendo que desde el primer momento me acompañaste hasta en situaciones que no debías. Este es otro motivo por el que necesito pedirte perdón.

A veces miro para atrás y me cuesta comprender como pasamos de ser puro amor a llevarnos como enemigos. Cómo teníamos planes, que si te cabe alguna duda siempre fueron legítimos, y acabamos en una relación turbulenta donde la estabilidad era lo que menos había. Muchas veces me remarcaste que yo había dejado todos nuestros planes atrás y no fue así. Sólo que a día de hoy te pregunto, ¿Cómo íbamos a poder hacerlo si apenas nos tolerabamos uno al otro?. Tenía miedo, María Laura. Miedo de entregar más de mi vulnerabilidad y que a la primera de cambio todo se acabara porque no aguantabas estar en la misma habitación que yo ni lo mismo a la inversa cuando discutíamos. Y si me preguntas, eso fue uno de mis mayores temores. Que mi pareja ya no aguante, no me soporte y que me lo diga a cada rato sin discreción alguna.

Pero después recuerdo esos días dónde tuve covid y compartíamos absolutamente todo y me pregunto, ¿Cómo cambiamos tanto? ¿Cómo ese amor que parecía tan puro y dulce se volvió tan tóxico? y estoy seguro que tengo gran peso en ello. Me hubiese gustado que me conocieras en una época más feliz, sabes? Donde no hubiese tenido tantos cambios de golpe, dónde no me pasaran tantas cosas malas una atrás de otra y más estando en un ambiente ajeno al que estaba acostumbrado. Te digo, nada de esto fue tu culpa, pero en verdad creí y aposté a vos porque desde el momento en que te conocí me mostraste un camino que me embelesó. Eso a la larga se tradujo en que no quería que fracasaramos y por eso te busqué, te busqué y te volví a buscar después de cada pelea o temporada donde no dialogabamos. Porque siempre pensé " bueno, quizás está vez las cosas pueden ser diferentes" y una vez me dijiste que me agradecias que todavía pensara ello pero que vos ya no lo hacías. Lo que no comprendo es por qué me querías seguir reteniendo ahí, estando cerca pero a la vez no.

Este verano Maria Laura, lo quise volver a intentar pese a que lo que pasó el último día del año pasado me dejó con más dudas que certezas. Más arriba te había dicho que fue mi punto quiebre y es que todavía no entiendo cómo es que si solo hablábamos de cosas en RP quisiste traer nuestros problemas a una plataforma donde nada que ver y arruinarte -y arruinarme- un día que era de fiesta. Desde ese momento me hizo mucho ruido el como estábamos tomando las cosas y en la última conversación que tuvimos y te pedí ese par de explicaciones. Ojo, no fue improvisado, fue algo que venía cocinando hacía dos meses en mi cabeza. Si no somos nada fuera del juego, entonces por qué? Para qué llegar a esas instancias? A veces ese límite parecía borrarse y otras mantenerse. Siempre fue algo muy confuso para mí al menos pero me dió mucha vergüenza preguntar al respecto y aparte, ¿como sacar el tema? Pero la realidad es que tolere muchas cosas porque te quería y porque esa línea se volvía difusa entre tanta ida y venida. Te permiti más de lo que me permiti a mi hacer y eso es algo que me pesó muchísimo en el corazón.

La decisión de desaparecerme de un día a otro fue que sabía que si de vos dependía íbamos a estar en círculos por unos cuantos meses más. Ya lo venías haciendo desde noviembre-diciembre dónde las señales mixtas eran unas cuantas... Y ahí es donde recordé algo que siempre me dijiste: de mi no te liberas, te tomas una siesta y ya. En su momento me pareció algo sumamente adorable y que estaba dispuesto a "hacer" pero en la práctica, en los meses que pasaban, en las cosas que se decían... ¿De verdad querías seguir apostando por algo que parecía no tener solución? Algo donde tampoco querías trabajar conmigo para buscarla en un punto dado. Porque para ya los últimos días se volvió un puzzle Imposible de resolver. Y reitero, la culpa es compartida y me hago cargo de ello, solo que no encuentro otro final realista para darle a la situación. Me costó. Lo pensé demasiado, le di mil vueltas pero la realidad es que una vez que envíe ese último mensaje sentí que me quité de encima algo que parecía no tener fin y se lo pude dar sin vacilar una vez más.

Mi punto en esto es que pese al cariño y amor que hubo, a fecha de Febrero ni vos ni yo estábamos comprometidos ni con ganas o ánimos de seguir. El tiempo que compartíamos era nulo, las actividades que hacíamos también (y admito haber influenciado mucho en esto, me hago cargo de eso también) y las conversaciones eran ????. Siempre pensé que una parte de vos quería lo mismo que yo y decidí sacarte de ese estado donde no eras feliz ni triste de una buena vez, sabes?. Lo mismo aplicó para mí. Eso no justifica que desaparecer fue un movimiento muy brusco pero después de tanta experiencia en nuestras idas y venidas, el contacto cero en seco y sin aviso me pareció lo más prudente.


En fin, solo buscaba decir una porción de lo que pienso en estas palabras para darle un cierre a algo que se siente que quedó atragantado y que la forma de cerrarlo no fue la más acertada . El dolor fue mucho, el amor en su primera instancia también. María Laura, solo quiero decirte que fuiste una persona demasiado importante el año pasado por no decirte LA persona importante. Me hiciste ver cosas y sentir un amor que nunca antes me tocó experimentar; te amé hasta la médula y son incontables las veces en que desee que todo entre nosotros mejorara o que la incompatibilidad no fuera más fuerte que nosotros. Solo quiero que sepas que siempre te voy a recordar en el corazón y en muchísima pero muchísima música... desde the chain, en Shakira o hasta en Taylor Swift respectivamente. Además cada cosa que me enseñaste la traigo bien latente y presente.

Espero que no te cierres a la idea de amar en un futuro y no te encasques en lo que no pudo ser ni conmigo ni con el resto de tus exs. Las personas que vengan de ahora en más en tu vida solo van a mejorarla si se los permites y de Luna en Capri a Luna en Capri... en serio espero que seas muy feliz porque te lo mereces más que muchísimas personas por ahí dando vueltas. Sos un encanto de persona y tú forma tan bonita y especial de amar merece tener dueño/a o que al menos no te cierres a la idea de que no hay merecedores.

Te mando un saludo enorme y espero que sigas bien.

S.