Notes

Silueta de un burdel, he ahí, donde le veía sonreír a gritos danzantes de una copa más, entre la multitud deduces la felicidad, pero aquellas vagas cuencas desbordan las penurias de una vida hastiada, de una vida obligada. ¿Podré tocarle una vez más? ¿mis sentimientos le podrán llegar? Incertidumbre recorriendo de mi cuerpo como la seda que opaca al despertar, ocultando su desnudez a convertirle en una obra de arte más, acallando aquel suplicio de amor que no he concebido olvidar y que nunca podría olvidar, es que ¿cómo hacerte saber todo lo que calla mi corazón? Miedo, aquel miedo que ciega y claramente no te deja ver, te hace sentir perdido, estoy vagando sin rumbo nuevamente, quiero volverle a ver, la otra mitad que mi corazón anhela, desea y añora.

Pero ¿qué sientes ante un deseo inexistente, ante un deseo misterioso? Ardor de mil infiernos⠀que petrifican los huesos⠀y⠀ efímeros se⠀volverán con el tacto del viento. Pero cuidado con éste, es un ladrón, le gusta llevarse lo que más amas y te obliga a convertirte en un errante.

¿Qué llantos presenciará la luna? ¿Qué lágrimas acallaran las almohadas? Silencio eterno resuenan en sus brisas, relatando nuevamente de una trágica vida, donde no existe consuelo más que una imagen donde la felicidad era un vacío sueño, una simple utopía de un corazón cansado,cuya esperanza no existía, cuya esperanza fue arrancada de aquella-mi- alma suplicante, pero ese suplicio nunca fue escuchado, el viento se llevo aquella esperanza como la muerte se lleva la vida.

En mi cuarto hay un lienzo que nunca alcancé a terminar, un lienzo cuyos colores vivos se convirtieron con el paso del tiempo en algo opaco, lúgubre, ¿así se convirtió mi vida? Las flores están inquietas del viento débil que profesa mil secretos de quien intenta escapar a media noche, a lo lejos -o es que será que fue mío- se escucha un ligero suspiro, retratando de una vulgar imagen, sonriente por la desnudez que desenvolvían sentimientos vestigios; ¿Quedará maldecida su presencia dentro del cuadro que se desea retratar? ¿O mostrará vestigios del último deseo de amor que le llegó a profesar? Última botella por beberse, tan agrietados como su amargo sabor al besarle, de caricias ardiente que penetran de la piel, dejándole eternamente su nombre: la vida.

La vida nunca fue buena con aquellos que deseaban vivirla, la vida es como el viento, igual desea llevarse la última gota de vitalidad y desea que seas alguien perdido, alguien que vague por la vida maldiciendo a los que te rodean, pero aférrate a ésta, no importa que tan golpeado, maltratado y asqueado estés con ella, lucha aquellas palabras que retumban en la cabeza, fáciles de decir pero difíciles de lograr.

Guarda silencio en mi memoria, no te atrevas a susurrar cuando el miedo no se ha desvanecido y acallado de sus latidos. ¿Es que acaso deseas que los ecos del sonido de tu corazón le anuncien a la muerte que calme lo agitado y cansado que se encuentra? Perforando la necesidad de un reencuentro suave-necesitado para un último anuncio de aquellas dolencias de amor que, ahora inundan en un vacío. ¿Psicosis u delirio? Nadie lograría descifrar lo que la inocencia calla, lo que una lágrima expresa, lo que el amor significa para el amante ni para el enamorado. Déjame continuar añorarte a lo lejos, déjame volver acallar los demonios que intentan atacarme, carcomerme por dentro, déjame apaciguar a mi cansada vida, déjame amarte como si mi vida dependiera de ello, aunque sabemos que nadie muere de amor, déjame entregarte la mejor versión de mí.