Notes

Mi pecita olvidadiza,

Mensajes, conversaciones, momentos y cartas. Tu mente puede olvidar todo esto en el futuro, que estará bien para mí, porque tu alma aún recordará quién soy. E incluso si ella me olvidara, tu corazón lo recordaría. Mi nombre está escrito en él con tinta permanente, como está tu nombre en mi corazón. Los mensajes, conversaciones, momentos y cartas pueden perderse en el laberinto de los recuerdos. Pero nunca se perderán para siempre. Yo no creo que exista el olvido definitivo. La mente simplemente pierde el acceso al camino que conduce al destino. Como un camino bloqueado por un árbol. Sin embargo, el camino seguirá allí, al igual que el destino, que, como la olla al final del arco iris, estará esperando que los planetas correctos se alineen para que pueda emerger de la oscuridad a la luz. Lo que la mente y el alma olvida, el corazón lo recuerda. Audrey, amada mía, tus amorosas y sinceras palabras han penetrado profundamente en mi alma. Podríamos atribuirlo al amor a primera vista, pero en este punto ambos somos conscientes de que nuestros ojos ya se han mirado innumerables veces antes de eso. P.D. 1: Mi cumpleaños es el 21 de diciembre, el día exacto de la aproximación de Júpiter y Saturno. Un evento astrológico en el que ellos estarán alineados de tal manera que parecerá que forman un planeta "doble". Será lo más cerca que hayan estado en 800 años. Se le conoce como la «Gran Conjunción» desde 1623, y algunos creen que habría dado origen a la «Estrella de Belén».

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Debo haber ofendido a algún dios vengativo o diosa celosa — o lo contrario. He estado tratando de hacer llegar mi carta a tus pequeñas manos desde la primera mención de ella. Ha sido una odisea real y cómica hacer que esto suceda. Eso me ha hecho reírme más de lo que podría sacar una jura de mi boca. La primera versión de la carta se perdió en la época en que se citó su existencia. Luego escribí una segunda. Esta también se perdió. Ha sido así desde entonces. Perdí la cuenta de cuántas cartas escribí. Me encuentro en la piel de Sísifo, escribiendo y escribiendo la carta cada oportunidad. Y cuando me roban una oportunidad, forjo una nueva con mis manos. Ni siquiera el hecho de que dos computadoras portátiles dejaron de funcionar de manera misteriosa, a pesar de mis esfuerzos e intentos por salvarlos, podrá detenerme. Que vengan las deidades de todos los panteones. Yo soy imparable. Y si soy imparable en este caso es porque tengo la mejor razón del mundo seguir con esta odisea: tu persona. Te quiero con todo mi alma, kalon.