Notes

Es difícil poder escribirte una carta sabiendo que será la última.
La disculpa te la debo yo. Sé que cometo miles de errores y cometí unos cuantos contigo, y siempre he sabido reconocerlos. De nada vale arrepentirse sabiendo que no va cambiar, no ahora, y hablo de mi a pesar de que haya puesto mucho esfuerzo, más de lo que crees aunque no parezca. Tal vez ahora no quieras saber nada de mi y más lejos estemos para ti mejor, pero no quería irme por completo sin decirte todo esto. Son muchas cosas que han pasado por mi cabeza estos días y aunque tenga mil y un cosas siempre pienso en ti, es mentira eso de que mente ocupada no extraña a nadie.

Ya no sé que es lo que sientes por mí y tal vez eso ya haya disminuido o no sientas nada, pero aún así siendo tarde quiero decirte que me cuesta mucho avanzar sin ti y el amor que tengo no se va ir de la noche a la mañana, todo es tan complicado y comenzar de nuevo es algo aterrador. Siempre me ayudaste cuando la tormenta llegaba, hacías que de lo triste pasara a estar feliz en cuestión de segundos, hiciste que me olvidara de mi depresión por un momento, de mi vida, de mi familia, de todo y eso es algo que nunca nadie había hecho, nunca había tenido tanta confianza con alguien que contigo y no me arrepiento. Es cierto que cuando abres tu corazón es difícil que lo vuelvas a cerrar sabiendo que la otra persona ya sabe todo de ti y eso ya es un punto a tu favor. Sabes de mi, de mi vida, de mis gustos, mis disgustos, sabes que me gusta o me molesta, sabes como hacerme sentir bien y también sabes como destruirme. Tienes el poder de tenerme como quieras y tal vez sea loco pero desde el primer día sabía que eras mi complemento y eso nunca se me irá de la cabeza, porque estoy segura que sí lo fuiste, tal vez en un momento equivocado. De repente piensas que nunca quise verte, porque ¿el que quiere siempre puede no? pero no sabes cuánto quise y no se pudo. Siempre me han hecho creer que no soy lo suficientemente buena y también muy remplazable para alguien y eso generó mis inseguridades todo el tiempo. Agregando cosas que nunca conté por temor, pena. Y es por ese motivo que me asusto y siempre huyo, nunca doy la cara y me rindo fácilmente porque se me viene a la cabeza todos esos temores que me marcaron y aún estoy recuperándome de eso. Sé que al final de la tormenta siempre saldrá el sol, ¿verdad? Y aunque tenga que seguir adelante sin ti trataré de sacar esa luz que llevo dentro de mí que sé que existe. Eso me dijiste, ¿te acuerdas? Dijiste que dentro de mi había algo bueno y lo encontraré con el tiempo, te lo aseguro. Confío en mi.

Quiero que sigas adelante con tu vida y que seas muy feliz, bebé. Siempre voy a querer lo mejor para ti, quiero verte en lo alto triunfando, quiero verte sonreír y que logres darte cuenta que el paraíso que habita dentro de ti sí existe. Porque para mi siempre serás mi Eden, así pasen años, eso nunca cambiará. Te guardaré un espacio en mi corazón toda la vida y siempre te recordaré con las cosas buenas que pasamos, las llamadas, ir al estadio juntos, los sueños que tuvimos de ser papás, casarnos, convivir y vernos algún día en el más allá.
No quiero que te sientas como yo me siento o mal por mis heridas, por eso mismo es que me voy, tú mereces estar bien y mereces todo lo bonito de este mundo. Siempre estaré aquí.

Y por último te quería decir es que en donde te tomaste la foto aquella vez cuando viniste a verme ahí era mi casa. Ya no tengo nada más que decir.
Cuídate mucho y nunca me olvides. Te quiero.