Notes

Función del un tornamesa y como se reproduce
Es mediados del siglo XIX y un inventor francés, Édouard-Léon Scott de Martinville, descubrió que puede crear una transcripción física del sonido al pasar una cerda suavemente sobre la superficie de un pedazo de papel o vidrio oscurecido por el humo.
La cerda estaba conectada a un diafragma flexible que vibraba cuando era golpeado por el sonido, lo que por su parte hacía que la cerda vibrase, dejando marcas en el pedazo de papel o vidrio. Pese a lo alucinante que fue este desarrollo, no había manera de reproducir o bien guardar el audio tras producido el sonido; fue puramente para el análisis visual.
No fue hasta la década de mil ochocientos setenta que un caballero llamado Thomas Edison se percató de que, si podía grabar los movimientos correctamente, podría reproducirlos. La invención de Edison, el fonógrafo, funcionó haciendo girar un cilindro de cera (ver foto arriba) a velocidades de hasta 160 rpm (revoluciones por minuto), mientras que arrastraba una aguja a través de él.
Si la aguja era suficientemente afilada y se aplicaba suficiente presión, podría cortar la cera. Y si, además, al mismo tiempo era «vibrada» por una persona que charlaba por una boquilla que estaba conectada a ella, esas ondas de sonido podrían grabarse en forma de surcos cortados.
Para reproducir el sonido, uno reemplazaría la aguja de corte agudo por una de reproducción, más ligera y que ejercitaba mucho menos presión. Ahora, la aguja solo pasaría mediante las ranuras, haciendo vibrar el diafragma, el cual provocaría la reproducción de un sonido al mover el aire. El empleo de un “cuerno” adjunto amplificaría los sonidos (como un altavoz). Este proceso fue la clave de cualquier grabación en ese instante.
Discos de vinilo y altífonos
Mas ¿de qué forma marcha tu tocadiscos moderno? Es prácticamente seguro que el tuyo no tiene un cuerno o un tubo giratorio, entonces, ¿de qué forma reproduce el sonido? Conforme pasó el tiempo del diseño de Edison, el inventor alemán Emile Berliner patentó su versión del fonógrafo, que en su lugar empleaba discos planos.
Como esta clase de grabación era más fácil de producir y almacenar, se convirtió en el formato dominante. A lo largo de la primera mitad del siglo veinte, la mayoría de las grabaciones estaban hechos de goma de laca, una resina derivada de la secreción del insecto lac (suena extraño, lo sabemos: pero de esta manera fue).
Conforme pasó el tiempo, se hicieron otros avances, lo que permite tener los discos de plástico de vinilo de alta lealtad más delgados que tienes ahora.

Al reproducir sonido, tu tocadiscos moderno lo hace de manera afín al invento original pensado por Edison, mas en su lugar usa electricidad y un cartucho magnético. Al encenderlo y poner la aguja sobre la superficie del disco, esta empieza a circular por las ranuras.
En vez de hacer vibrar un diafragma, la aguja vibra y mueve un pequeño imán en lo que es conocido como cartucho (la parte que mantiene la aguja). El movimiento del imán crea una señal eléctrica que se amplifica, normalmente por medio de un receptor de A/V con alimentación, y se envía a los altavoces.
Tus altavoces son simplemente imanes grandes conectados a bobinas, que por su parte están conectadas a un cono. Cuando una señal eléctrica ingresa a los altífonos, mueve el imán y hace vibrar el cono. El cono empuja el aire, creando sonido y permitiéndote oír tus canciones favoritas.
En dependencia de tu reproductor de discos y su configuración, posiblemente te preguntes cómo un disco produce dos sonidos diferentes en 2 altífonos separados para un efecto estéreo.


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