Notes

La vida de Miguel de Cervantes, el autor de Don Quijote de la Mancha, es sorprendente: siempre salen datos nuevos de su biografía. ¡Estuvo en tantos lugares! Sabemos que nació en Alcalá de Henares. Parece ser que estudió en Valladolid, Córdoba o Sevilla. Marchó a Italia porque fue acusado de matar a un hombre. Participó en la batalla de Lepanto, y sufrió cautiverio en Argel… Lo apresaron en el barco a su regreso desde Nápoles a España. Él y su hermano fueron capturados a la altura de la Costa Brava. Y allí, en la cárcel de Argel, pasó varios años. Sus familiares pagaron mucho dinero para rescatarle de esa cárcel. Para saldar esas deudas, Cervantes se trasladó a Portugal. En Lisboa le encomendaron una comisión secreta a Orán. Claro, era un experto de la cultura y las costumbres del norte de África. Estuvo en tantos lugares, que es normal que de vez en cuando surjan nuevos datos de su vida. Pues sí. En el 2018, el archivero de La Puebla de Cazalla, a unos 70 kilómetros de Sevilla, ha descubierto pistas fundamentales para la biografía de Cervantes en Andalucía. ¿Como qué? Acerca de su estancia en Sevilla, y concretamente de la relación que tuvo con una mujer, Magdalena Enríquez. ¿Otra mujer en la vida de Cervantes? ¡Otra! Parece ser que Cervantes se movió por el sur de España cuando decidió dejar a su familia en Esquivias de Toledo para ir a una metrópoli más excitante que ese pueblo manchego. En busca de fortuna y un poco más de animación, ¡y lo mejor estaba en Sevilla! Cervantes era muy experto con las palabras y con los números, y por ello consiguió buenos trabajos. Viajó bastante por Andalucía, y de lo que iba encontrando en las diferentes rutas de ese viaje, salía la inspiración de sus distintos libros. Como el Quijote… ¿Y cómo era esa mujer de Sevilla?El investigador dice que era una mujer fascinante, y que entre ellos hubo mucha confianza. ¡Mucha!¿Fueron amantes en Sevilla?No está escrito… Pero antes de conocer a Cervantes, esta mujer era prácticamente analfabeta. Un año después, su caligrafía era perfecta. Pregunta: ¿quién fue el maestro? ¡Cervantes era un hombre que se encontraba cómodo entre mujeres! Su actitud ante la vida era avanzada: casi todas las mujeres de sus libros se sienten seguras de sí mismas y saben leer y escribir. Sin embargo, las damas de aquellos siglos eran en un 90% analfabetas, y muy pasivas. Su esposa legítima, Catalina de Salazar, era una mujer de campo que sabía latín, leer y escribir. Cuando se casaron, ella tenía 19 años; él 37. Catalina no había salido apenas de su pueblo; él era un hombre de mundo. Una pareja extraña, pero así es el amor. La relación duró 30 años, hasta la muerte de Cervantes. Por voluntad de doña Catalina, ambos están enterrados en el mismo lugar, el Convento de las Trinitarias en Madrid. Vivieron bastantes años separados, pues, debido a su trabajo, Cervantes viajaba mucho. Pero su amor no se debilitó: ¡contigo pan y cebolla! La distancia y las otras mujeres… no pudieron con ese amor profundo. ¡En fin!