Notes

(Marzia)
¡Cucú! Felicidades, bicho sacado del inframundo.

Nunca se me ha dado excepcionalmente bien esto de escribir felicitaciones o dedicatorias bonitas. A diferencia de ti, que rebosas ñoñería por donde pasas...
Así que he decidido que prefiero pasar de escribirte un par de párrafos sobre lo mucho que deseo que disfrutes de este día y enfocarme en agradecerte ese hilo de mensajes que aparecieron hace ya unas semanas en mi bandeja de entrada (en los que, por cierto, te faltaba escupirme) y que abrieron una posibilidad de volver a acercarnos. Agradezco éso y que, a pesar de las dudas y la inseguridad que te transmitía, me dejaras volver a entrar. Toc, toc. Es una de las peculiaridades que más admiro de ti, la templanza que muestras frente a determinadas situaciones, la generosidad de dar segundas oportunidades a quienes la merecen y a quienes no, la valentía de abrirte (muy poquito a poco) a aquellos que antaño te dañaron. La capacidad de respetar, querer y aceptar a los demás. Sé que no es un camino fácil y que aún nos separa una determinada distancia para regresar a lo que éramos, pero te pediría mil disculpas más si con eso consigo hacerte olvidar un poquito todo ese daño que te hice. Deseo y espero que lo celebres rodeado de las personas que saben valorarte y que te consienten (como la creadora de éste perfil), que alcances todos los objetivos que tienes entre manos y en especial ese que te mantiene ausente de esta plataforma. Oh... y que alguien te tire de las orejas.

Sigue creyendo. No lo olvides.
Hazlo por lo que hemos superado juntos y por lo que nos depare el futuro.
Te quiero.