No sé con qué intención hago esto, ni cual es el motivo del querer hacerlo. Sin embargo, lo haré. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos despedimos, desde las últimas palabras sacándonos en cara cosas y situaciones que al fin y al cabo no servirían de nada. No soy buena solucionando problemas, de hecho te di a entender durante el tiempo suficiente (creo yo) que acumulo hasta que exploto y ahí quedo, lamentándome un tiempo ilimitado. Cuando nos conocimos, digo, la primera vez. Sentí que ibas a ser alguien importante para mí y no por hecho de que me hayas enviado un halago, si no porque desde antes de eso yo quería acercarme, quizás sólo para compartir un par de palabras. El día que comenzamos a hablar de verdad, sabiendo que al menos por mí parte no quería parar de tener la conversación que fuera contigo, terminó siendo el día que más me marcó. No pasamos momentos increíbles juntos, tal vez no, pero aún así estaba dispuesta a crear buenos recuerdos que nos incluyeran a los dos. Sé que fui egoísta y pensé más en mí que en ti en su momento pero todo pasa por algo, ¿No? Yo estaba al tanto de muchas cosas que quizás tú no, por lo que estuve sintiéndome presionada durante bastante tiempo y aún así, no queriéndote soltar. Pasaron muchas cosas y no es que hayas sido la persona más atenta del mundo, tampoco la persona que no haya hecho nada para que la situación no estuviera tan mal como estaba. Nos dimos varias oportunidades y estaba confiada en que podía dar lo mejor de mí, por lo que terminé completamente ciega ante ti. Quería que todo fuera bien, intenté tantas veces no cometer errores y perdí el rumbo, luego ni siquiera distinguía lo que estaba bien con lo que estaba mal. Todo se salió de mis manos porque esperaba demasiado de ti, creyendo que sentías igual que yo y nunca fue así, yo sé que no. Volví tantas veces, lo intenté tantas veces y después de todo, no importaba. Me sentía insuficiente porque ni siquiera eras capaz de dar a entender que esto te molestaba o que esto otro considerabas que no estaba bien, al menos no antes de llegar al límite. Como dije, perdí la noción de lo malo y lo bueno durante un tiempo. Estuve perdida y ni siquiera te diste cuenta, no antes de que yo te lo dijera. Cometí múltiples errores y lo tengo claro, en especial con el hecho de querer alejarme y no ser capaz de hacerlo. Esperé que me entendieras justo como lo hiciste al principio de todo pero eso se iba perdiendo, creo que ya deberías saberlo. Te estuve queriendo tanto tiempo y significaste demasiado, ya que no había sentido algo así antes de ti. Me dolía no poder aguantar, no ser suficiente, no poder valer para ti como para que realmente funcionara. Tuve la cabeza en otro lado incluso cuando las cosas parecían estar bien, tenía tanto en que pensar y no me aclaraste las cosas, por lo que terminé dudando más de mí que de ti. Es cierto, yo fui el problema principal de que no funcionara de la mejor manera. Cuando estaba lejos no dejaba de pensar en ti, en como estarías, si no te habría sucedido algo y me perdí por completo. Olvidé que tenía dignidad y razón para por lo menos abrir un poco los ojos. Te quise con todo lo que tenía y más, además que nunca lo dejé de hacer. Incluso sabiendo que había perdido todo lo que un día se supone que tuve. Me sentía vacía y no quise deshacerme de lo mejor y lo peor que me había podido suceder. Yo simplemente quise apoyarme en ti pensando que podrías ayudarme, que no estaba completamente sola y que realmente todas las promesas que quizás ni deberían llamarse así... estaban ahí para ti tanto como para mí. Me disculpo por millonésima vez por todas las estupideces que dije e hice, pero estuve sola intentando decifrar lo indescifrable, así que no debería culparme del todo. Compartimos lo suficiente como para saber que finalmente se acabó, que ya no soy nadie como siempre temí y que dejarme superar por lo que veía iba a traer consigo esto. Sinceramente y después de todos y cada uno de los momentos que sucedieron en un lapso de tiempo que hasta ahora no he podido borrar, desearía no haber sentido nada por ti más que cariño incondicional, hubiese deseado ser amigos y haber estado ahí, viendo como todo sale bien.