Notes

[…] Puedo ser tempestad y puedo ser calma. Puedo perderme en los laberintos de mi mente, y puedo regresar inmóvil con todo bajo control. Marcando los pasos de diferentes almas que viven en mi mente, y salen al mundo para conocerlos. Puedo quedarme en una esquina de mi pasado, alabando lo que extraño y no tengo más. Pero nunca me ha gustado vivir de la compasión, así que a esa esquina la veo de lejos, como quien aprende de lo que cumplió su ciclo, y vive del presente porque sabe que se irá. Puedo vivir entre la quietud, pero me gusta el desastre de saltarme las normas; de vivir al límite y apostarlo todo por un sueño, porque no hay más que ese sueño que se traduce en oxígeno para mí día a día. Puedo decir que me he comportado durante todo este tiempo como un ser de luz, pero sería irrespetar a mi oscuridad que me dice que explore y conozca mis demonios, porque es mejor conocer lo peor de ti que omitir lo negativo para vivir de una falsa imagen pre fabricada. Soy luz en días lluviosos. Soy oscuridad cuando la luz quema. Soy adicto a la soledad y luego a la compañía. Al lápiz que me dice que cree, y a las voces que me dictan que no me detenga porque el tiempo continúa, y muy pronto me iré como se van las olas para dar vida a un nuevo proceso.