Notes

Thayer ― ❝ Mémwa ki glise ant men mwen ❞

He perdido la noción del tiempo de cuánto llevo aquí encerrado, apartado de mi familia a la fuerza pero si pudiera sacar algo positivo de todo esto, es que he tenido mucho tiempo para pensar y transformar parte de mi cólera en algo más productivo; esto, mi libertad en la toma de decisiones, es lo único seguro que sé que nunca podrán arrebatarme. Últimamente no he dejado de recordar las palabras de mi padre, él me dijo una vez que cuando miras demasiado tiempo el interior de un abismo, el abismo también termina mirando en tu interior. En aquella época era demasiado joven para entender sus palabras pero por fin he podido hacerlo.

Donde estoy ahora, todo se encuentra completamente envuelto en la oscuridad y con una falsa apariencia de calma; la puerta de metal que hay al fondo de la sala se abre mientras que las luces, colocadas a los pies de estas vitrinas de cristal diseñadas en forma de tubo para mantenernos a todos encerrados, se prenden y enseguida iluminan toda la sala. Es entonces cuando una mujer cubierta de los pies a la cabeza con una túnica negra que oculta parcialmente su rostro y su cuerpo, camina durante un rato hasta llegar a mi vitrina y se para justo delante de mi. Poco después la vitrina se desquebraja y mientras abro mis ojos y empiezo a rugir como una bestia descontrolada, es entonces cuando ella empieza a correr despavorida porque sabe el peligro que corre y yo la persigo; un juego excitante para un depredador pero, tal y como ha aparecido esa excitación, rápidamente desaparece. Ella corre como si tuviera la más mínima oportunidad de sobrevivir y así sería si no fuese porque puedo alcanzar la misma velocidad que la luz aunque, tal vez hoy sea su día de suerte porque el recuerdo de mi mujer viene a mi mente y tal cual aparece, me paro en seco, me doy la vuelta y vuelvo a la vitrina donde me tenían encerrado para después volver a cerrar mis ojos, reprimiendo cualquier deseo de matar a la mujer que ahora se encuentra aporreando a la puerta para pedir ayudar.

― Un momento, número 1413, ¿por qué no me persigues y tratas de matarme? -pregunta una vez que ha regresado hasta donde me encuentro-

― Porque no eres real y si lo hiciera, sólo perdería mi tiempo, otra vez -argumento sin abrir mis ojos-

― ¿Cuándo te has dado cuenta? siempre hemos cuidado cada detalle para que no lo hicieras y te hemos bloqueado tus recuerdos para que pensaras que era la primera vez que los vivías -frunce su ceño al escuchar mi respuesta y se descubre el rostro-

― Mis recuerdos estaban bloqueados pero el de los demás no y los tuyos tampoco. Desde tus ojos los ves años más viejos cuando ellos se recuerdan más jóvenes, supongo que será porque continúan manteniendo el recuerdo de su apariencia cuando los apresasteis, así que sólo tenía que forzarme a recordar ese dato y conectarme de nuevo a sus mentes mientras lo hacía con la tuya justo antes de escapar.

― Sorprendente, también puedes leer los pensamientos de los demás. ¿Pero cuándo los has observado y notado que algo no iba bien? en todas nuestras sesiones, siempre estabas concentrado en perseguirme para matarme.

― Cierto pero todas las veces que rompía el cristal y veía a quién tenía delante, la criatura no manifestaba ninguna emoción o realizaba ningún movimiento; siempre se mantenía igual cuando lo normal es que, por el ruido que formaba, hubiese cambiado por lo menos su expresión facial, algo que nunca hizo y que me dio en qué pensar. El resto es historia.

La mujer ha hecho un gesto para avisar de que nos dejen a solas y aunque se lo han desaconsejado, ha insistido en ello de nuevo. Después ha pulsado un par de teclas de su dispositivo electrónico y unos segundos más tarde, mi vitrina se ha abierto. ¿Qué clase de inconsciente se quedaría a solas con una criatura sedienta de venganza?

― Necesito tu ayuda.

― ¿Qué te hace pensar que quiero ayudarte?

― Porque se aproxima una guerra y soy la única que puede ayudarte a reunirte con tu familia.

― No te necesito, podría liberar a todas estas criaturas y ordenarles que me informasen si los ven por sus planetas. Estarían tan agradecidos por devolverles su libertad y permitirles que se vengaran de vosotros que no se negarían en absoluto a cumplirlas.

― No lo entiendes, habrá una guerra sí o sí y si no la vencemos nosotros, nuestros enemigos arrasarán con todo este planeta, incluyéndoos a vosotros. Pero no es sólo eso, tu especie pasará a ser parte de sus enemigos simplemente por estar aquí y os darán caza uno por uno.

― No me preocupa, no podemos morir -añado mientras salgo de la vitrina y camino hacia la puerta-

Camino lento porque quisiera saber si tiene algo más interesante que decir.

― Los de tu especie tampoco podían ser capturados y nosotros lo hemos conseguido, ¿qué te hace pensar que ellos no han encontrado una forma de destruiros? o peor aún, ¿y si os capturan a todos? estaríais el resto de vuestras vidas juntos pero separados al mismo tiempo.

Tiene razón en algo, podrían capturarnos de nuevo y vendernos al mejor postor, tal vez dejarnos como parte de su colección privada encerrados en vitrinas como estas o convertirnos en esclavos; no sería la primera vez que ocurre, aún hay planetas donde otras criaturas inferiores dedican sus vidas a servir a otros y me niego a pensar que nosotros formamos parte de esas especies cuando el nombre de mi familia ha sembrado tanto caos y respeto durante eones.

― Te ayudaré pero además de enviarme con mi familia, quiero que desde este mismo instante destruyáis cualquier información relacionada con nosotros. ¿Tenemos un trato?

― No puedo autorizar eso sin el permiso de los reyes pero puedo prometerte que... -habla mientras la interrumpo sin miramientos-

― Entonces reúnete con ellos y por vuestro bien espero que acepten porque de lo contrario, empezaré a jugar mis propias cartas.

Ella asiente mientras va corriendo en busca de los reyes siendo consciente de que esto no se trata de un juego, sabe que nos necesitamos mutuamente para conseguir nuestros objetivos y que el tiempo corre y juega en su contra. Esto se puede enfocar de muchas formas, podría buscar a sus enemigos y aliarme directamente con ellos pero eso me impediría vengarme y lo que es aún más importante, entender qué hice mal para que pudieran capturarme, con eso evitaría que volviese a pasar en un futuro. Y una vez que termine esta guerra, ya no habrán razones para que a nuestra alianza le ocurra lo mismo.