Notes

No habías parado en todo el camino desde que había salido del trabajo de preguntarme hacia dónde nos dirigíamos. Traté de mantener nuestro destino en secreto, pero cada vez me resultaba más difícil, más que nada porque tus insistencias eran cada vez más frecuentes. Al ver que no te soltaba prenda, habías comenzado a jugar bastante sucio, y nunca mejor dicho. En un momento dado, te habías parado en mitad de la acera para repasar mis labios con tu lengua mientras tu mano se hacía con mi paquete en lentos y cortos arrastres, los cuales se podían intuir perfectamente desde fuera. Los transeúntes que pasaban caminando a nuestro lado se quedaban mirándonos con cierta incomodidad cuando veían tu lengua vagando por la superficie de mis labios, al mismo tiempo que yo intentaba ladear la cabeza hacia un lado para escapar de tus intentos por convencerme, he de añadir que sin mucho éxito. Tu lengua, acompañada de tus palabras, me insistían una y otra vez y no pude hacer otra cosa más que entreabrir mis labios y atrapar tu boca sin ningún tipo de filtro, olvidando por un momento que aquella calle era bastante concurrida a cualquier hora del día. De ese modo, por unos segundos me había sumergido en el interior de tu boca, atacándola con húmedos arrastres por parte de mi lengua y labios que me dejaron completamente exhausto, lo cual se podía sentir en mi respiración una vez que me había apartado de ti varios segundos después. - No pienso decirte nada. Si lo hago, va a perder toda la gracia, Gigi. Haz el favor y sigue caminando. - Antes de que pudieses hacerme caso, lo cual sabía que no harías si no era yo quien se apartaba de tu cuerpo, adelanté mis pasos para rodear tu cuerpo y de ese modo poder seguir caminando de frente al mismo tiempo que mi mano tomaba la tuya, entrelazando mis dedos con los tuyos para guiarte por el camino mientras te dirigía una mirada de aparente diversión cuando la tuya me dirigió una mueca de molestia bastante infantil.