Notes

En ocasiones, no tengo idea de quién soy, por más que lo intente, por más que lo piense. Supongo que soy un ser humano, pues vivo malos y buenos momentos, pero también ardo de deseo por dentro. Sufro y sonrío, siento envidia y felicidad. Es normal, es la naturaleza. Hay una inquietud que de todos se adueña; el querer siempre más, el no conformarse. Deseamos aprender gracias a la vida, no solamente por las materias del colegio. Queremos descubrir nuevas mentes, distintas a las nuestras, probar sensaciones que no sabíamos que existían, descubrirlas, sentirlas. Llenarnos de sabiduría por culpa de la experiencia, hasta de las caídas. Hay que romper nuestros límites, aquellos que provocan el miedo. Al final de todo, somos parte de una sociedad inconformista. ¿Por qué mejor no desconectarse de lo demás un rato? Pongamos la mente en blanco y pintémosla con armonía, esperanza. Pensemos en nosotros mismos, hacerlo de vez en cuando no es egoísta. Detente a pensar en las consecuencias de tus actos para tu bienestar, no para el de los demás. La vida es un teatro en el que hay que saber relucir, no nos perdamos entre la muchedumbre, porque cuando llegue el momento de nuestro descanso, la vida que tuviste no tendrá sentido si cumpliste caprichos ajenos y no creíste que todo estaba en orden, a tu gusto. | Vessochikov.