Notes

Sonreí riéndome ante aquel comentario, pensando en que no tenías remedio, y justo cuando tu mano entró en contacto con mi cintura...un escalofrío recorrió mi piel debido a lo muchísimo que echaba de menos tu cercanía.
Ese simple gesto podía alterar mi estado ahora mismo, que unido al momento en el que terminaste de acercar nuestros cuerpos y hablar sobre mi boca, hizo que mi corazón se acelerase. Bajé la mirada a tus labios mientras susurrabas y pasé mi lengua por mi labio inferior en un breve movimiento antes de terminar atrapándolo entre mis dientes, subiendo la vista de nuevo a tus ojos, devolviéndote la mirada cómplice con la que me observabas. Metí tu móvil en el bolsillo trasero de tu pantalón, acercándome intensionadamente más aún a tu cuerpo al hacerlo, arrastrando mi mano después por tu nalga y empujando con suavidad para chocar tu pelvis con la mía, momento en el que me moví un poco para friccionar mi cuerpo justo dónde quedaba tu entrepierna, susurrándote a la vez- Vámonos.-Me aparté de ti y te miré con una expresión divertida en el rostro, adelantándome para caminar hasta el exterior. Me giré para observarte mientras me alcanzabas, cogiendo tu mano cuando finalmente estabas a mi altura, caminando contigo en dirección a un pequeño parque que se situaba a unos metros de dónde nos encontrábamos.- A esta hora apenas habrá nadie, además lo cierran bastante tarde así que no tenemos prisa. Con este buen tiempo no hace ni frío. ¿Verdad? Yo de hecho tengo mucho, pero que mucho calor.- Dije esto último claramente con otra intención y te miré por encima del hombro, echándole un vistazo después a los escaparates de las tiendas que íbamos pasando. De vez en cuando acariciaba tus dedos entrelazados con los míos con la yema de uno de mis dedos, o besaba tu hombro por encima de tu camiseta, tomándome unos segundos para respirar el aroma del suavizante de tu ropa mezclado con tu perfume. Unos minutos más tarde, llegamos a la entrada del parque. La entrada daba con una elegante y grande fuente, la cual estaba encendida y tenía una iluminación bastante bonita. La miré mientras la rodeábamos, pensando en empujarte y meterte en ella, pero no quería que me ahogases después, así que seguí caminando hasta llegar a una zona más apartada, una pequeña explanada que estaba iluminada por dos o tres farolas, y que estaba algo oculta de las otras zonas del parque por un par de arbustos y árboles.- ¿Aquí mismo? Es maravilloso porque aunque esté iluminado se ve una mierda, se agradece porque así me ahorro el disgusto de verte la cara y tal.