Notes

Comencé a moverme en lentos vaivenes, arrastrando mi sexo sobre ti de forma casi desesperada. Presionaba duramente para luego volver a hacerlo de una forma mas delicada, jugando con la intensidad de cada movimiento sin acelerar en ningún momento el ritmo. Jadeabas contra mis labios haciéndome saber lo excitado que estabas y esto me alteró de tal forma que acabé inclinándome de manera que tu dura polla chocase en cada restregón contra mi clítoris. Debido a mi postura podía notar mis fluidos recorrer mis labios, mientras que mi vagina se contraía en cada vaivén que realizaba. A esas alturas hasta mis bragas estarían mojadas.- ¿Esto? Esto no es nada en comparación con lo que te hubiese hecho. -Susurré en respuesta y fue justo en ese momento cuando aprovechaste mi despiste para invertir nuestra posición. Quedé sentada en el congelador contigo entre mis piernas y te eché una mirada desafiante, algo picada por haberme jodido el plan.- De qué vas, la que tenía que hacerte...-Hice una pausa cuando comenzaste a moverte contra mi sexo de una manera sucia, viendo en tu expresión cómo disfrutabas de cada roce. Tragué saliva y mordí mi labio inferior emitiendo un sonido con mi garganta por el placer que me estabas provocando, pasados unos segundos continué hablando.- ...la que, la que tenía que hacer sufrir...era yo. Imbécil...-Solté este insulto en un tono casi inaudible y me agarré al filo del congelador para que mi cuerpo estuviese bien sujeto y no se desplazase en cada empuje que hacías contra mi. Abrí más el ángulo de mis piernas, todo lo que pude, para que pudieses pegarte a mí por completo y poder hacer conmigo lo que quisieras. Llevé mis manos al botón de mi pantalón y lo desabroché, bajando mi cremallera y yendo tras esto hasta tu pantalón para hacer exactamente lo mismo, liberándote de la presión que comenzabas a tener bajo la tela.- Mastúrbate con mi sexo, haz con él lo que quieras, quiero ver cómo te corres, quiero ver cómo lo haces solo rozándote contra mí. Vamos. -Me excité con cada palabra que salió de mi boca notando mi clítoris palpitar y observé tu mandíbula tensarse, mirándote con una expresión que mostraba lo excitada que estaba. Metí mi mano bajo mis bragas cómo pude intentando no interferir en tus movimientos y llevé mis dedos entre mis labios vaginales, exhalando un suspiro de puro alivio. Empapé mis dedos arrastrándolos por todo mi sexo, arriba y abajo, y acto seguido los saqué, llevándolos a tu boca. Acogiste mis dedos en esta, succionando y chupando con tu lengua cada uno de mis fluidos y gemí, por los movimientos de tu polla contra mi vagina y al ver lo que hacías con mis dedos.