Notes

Qué gracioso tú, ¿no? La verdad es que no, no está en mi lista de cosas que me encanta tragar. -Solté este último comentario mientras te miraba con lascivia, echándome hacia un lado después y bajando la mirada hacia la ranura que había en uno de los laterales del billar, indicándote con un gesto una vez volví a elevar la vista hacia ti.- A qué esperas, vamos. -Me miraste con una expresión algo divertida y echaste unas monedas, alejándote tras esto para ir hacia donde se encontraban los palos. Miré tu cuerpo alejarse, más concretamente tu trasero, el cual deseé apretar con mis manos y empujarte contra mí a su vez para hacer que te rozases contra mi sexo y poner tu polla tan dura que me suplicases parar. Estaba tan enajenada con ese pensamiento que no me percaté de que el camarero me estaba hablando. Me giré y le sonreí, dándole las gracias al ver los chupitos. Me comenzó a explicar lo que llevaba cada uno, sonriendo al ver que tenía vodka y diciéndole lo mucho que me gustaba, cuando de repente apareciste por mi lado con un gesto algo tenso y me diste uno de los palos, el cual dejé sobre la mesa. Te miré analizando tu cara y cuando comenzaste a hablar susurré "John" intentando no reírme de lo capullo que estabas siendo con el pobre hombre. Cogí mi cerveza y tiré de tu brazo en un gesto de impaciencia, ordenándote que te callases ya. Cuando el chico se alejó, me giré en tu dirección con una mueca de incredulidad que fue transformándose en una sonrisa.- Eres malvado, ¿por qué has hecho eso? Si solo quería ser amable.-Reí y me acerqué a tu rostro dando un beso sobre tus labios, dejando mi cerveza sobre el billar unos segundos para pegar mi cuerpo a ti completamente mientras sujetaba tu cintura con mis manos, mirándote de cerca después y susurrando sobre tu boca para que solo tú me oyeras.- He de reconocer que enfadado me pones muy, pero que muy cachonda.-Dicho esto me separé de ti de nuevo y volví a coger mi cerveza, dándole un trago antes de rodear el billar e ir hacia uno de los extremos. Mientras lo rodeaba me fijé en él, a la vez que desviaba mi mirada hacia la sala en la que estábamos. El billar estaba situado al fondo del local, dónde había algunas mesas y una diana. A los dardos sí que sabía jugar, al menos lo dominaba mejor. La zona dónde justo nos encontrábamos, al lado del billar, estaba algo más escondida y una pared la dejaba fuera del campo de visión de la barra. Después de este análisis te miré y sentí una punzada al ver que me devolvías la mirada, me observabas y sabías perfectamente lo que estaba maquinando en mi cabeza, lo cual me provocó una leve carcajada.- Si no estuviese ese cámara de allí...-Señalé la cámara que había en una de las esquinas, la cual apuntaba hacia nosotros.- ...te metería mano. Aunque pensándolo bien...si me agacho nadie lo notaría, ¿no? Me puedo ocultar perfectamente gracias al billar. -Te miraba mientras hablaba y comencé a rodear el billar acercándome de nuevo a ti, cogiendo mi palo el cual deje apoyado sobre la mesa minutos antes, dando un pequeño empujón a tu cuerpo al pasar por tu lado. Volví a darle un sorbo a mi cerveza y la dejé apoyada junto a mi chupito, el cual aún no había probado. Me giré con el palo en la mano y hablé en un tono de mofa.- Venga, señornomiresamichica, dime qué tan bueno eres.