Notes

https://es.123rf.com/photo_59862140_muelle-en-el-r%C3%ADo-seekonk-en-providence-rhode-island-.html
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La noche del Viernes 13 de Diciembre del año 2013 parecía como otra cualquiera, la mayoría de la gente regresaba del trabajo y se dirigía hacia sus hogares tras un largo y agotador día mientras que los más jóvenes, en su mayoría universitarios, se aprovecharon de que tenían las vacaciones a la vuelta de la esquina para reunirse y celebrar sus calificaciones académicas pero, ni el alcalde Buddy Bianci, ni los habitantes de "la Ciudad del Renacimiento", ni si quiera el resto del mundo, eran conscientes de lo que estaba a punto de suceder en la pintoresca capital de Rhode Island.

A las afueras de la ciudad, cruzando el majestuoso puente de hormigón, una espesa capa de niebla formada de la nada se había esparcido por todo el bosque y rodeado parte de lo que hoy por hoy se conoce como el prestigioso Medical University of Providence; un antiguo castillo colonial victoriano que con sus enormes ventanales y sus torres reformadas desde 1865, invitaban a cualquiera que se acercase a soñar que se encontraba en un cuento de hadas, brujas, vampiros o dragones. El silencio reinaba entre los estudiantes y el resto del personal médico que se encontraba en la sala que habitualmente utilizaban para dar conferencias, todos se encontraban absortos con las palabras de su amigo, el médico forense y profesor adjunto de la Univerdad, el Dr Nolan Brown Jr. Era una eminencia en todo el estado, de hecho, no había semana en la que no recibiese llamadas ofreciendole cantidades desorbitadas de dinero para que aceptase trabajar con ellos pero él siempre se negaba; « nunca me podrán comprar con dinero, es más, el día que salga de Providence será con los pies por delante » le había asegurado en una ocasión a la doctora Samanta Ledenev mientras ella le abrazaba con fuerza y lloraba emocionada. Pero cómo no iba a hacerlo si además le había confesado que la otra razón de quedarse es porque ella estaba allí, porque había sido la única que se había preocupado por él cuando su mujer falleció y la única que sentía que era su amiga de verdad. Y así era. El silencio se rompió cuando un estudiante del primer año de medicina, confundiendo la conferencia con otra charla "más" de clase, decidió adelantarse al turno previamente establecido para acosarle con preguntas.

|| SIN TERMINAR ||