Notes

El doctor Sheperd, abandonó la habitación privada en la que se encontraba descansando la morena después de otro chequeo rutinario. Aguardó pacientemente junto a la recepción el recibimiento de algún familiar de su paciente mientras echaba un nuevo vistazo al parte médico de la veinteañera. Pese a los años de experencia que llevaba a su espalda; todavía le costaba saber por qué parte debía empezar. ¿Primero las malas noticias? ¿O primero las buenas?

Una de las enfermeras llamó la atención del médico para decirle mediante un gesto de cabeza que aquel era el hombre que estaba esperando. - Buenas tardes, ¿es usted familiar directo de la señorita Henstridge? - Tras recibir la corrección habitual, que no se trataba de un familiar; sino de su marido, prosiguió: - Está bien, señor Wells. No voy a mentirle, el estado de su esposa es grave. Ha sufrido una fuerte contusión en la cabeza. Es lo que más nos preocupa; pues los tacs nos dicen que no tiene ninguna hemorragia interna, pero si no se despierta en las próximas horas... Podríamos estar hablando de algo más grave, pero, no nos adelantemos a los acontecimientos, debemos observar cómo evoluciona en las próximas horas. Son vitales.