Notes

Tus palabras me hacen sonreír y poco a poco, voy desviando mis labios hacia un lateral de tu cuello para llenarlo de besos y mucha saliva. Mis dedos comienzan a moverse por tu sexo, de arriba a bajo, separando los labios vaginales, para poder recorrerlo entero, desde la entrada vaginal hasta el clítoris, donde no solo me entretengo sino que además empleo un presión más fuerte cuando muevo mis dedos sobre él. Estás tan húmeda que se resbalan y deslizan solos, así que muerdo tu cuello con mis dientes para expresar de ese modo la tensión que acumulo y lo mucho que me gustas. Aunque segundos después, vuelvo a deslizarlos hacia la entrada vaginal para penetrarte secamente sin previo aviso con ellos, con el corazón y el anular, dentro y fuera, mientras que el pulgar se encarga del clítoris. Sentir ese calor pringándome los dedos me excita muchísimo. Mi otra mano se mete bajo esa camiseta que ya me estorba y manosea posesivamente uno de tus pechos.