Notes

Acerca del último mes:
Acerca del último mes. No hay palabras. Y las rebusco por toda mi cabeza, pero no hay una forma en la que pueda abarcar expresar lo que siento con totalidad. Estoy enamorada de vos, Kwan. No son palabras vacías, no es un sentimiento manchado, no es algo a lo que me predispuse. No es química cerebral únicamente. No es la necesidad de llenar un hueco. Es que con vos, aparte de estar completa, me siento infinita. Este último mes me ha hecho encontrarme con partes de mí misma, que no sabía que estaban ahí. Entender que tengo la capacidad de preocuparme por dos personas con la misma intensidad: vos y yo. Que puedo amarme a mí, mucho, pero puedo amarte a vos, muchísimo más, sin que esto me ahogue o me intoxique. Descubrí que el amor no era lo que venía experimentando. Que no son noches llorando, ni días pensando qué he hecho mal. Que el amor es precioso. Es intangible pero tan real.
Te amo. Te amo. Te amo. Y lo repito un millón de veces al día, no porque se me vaya a olvidar, no porque me quiera convencer de algo, sino porque quiero que a vos jamás se te olvide, que la niña histérica, alterada, nerviosa, difícil, te ama. Que la constante y la paz, dentro de todas las catástrofes, sos vos. Que es tu rostro la última imagen que se va conmigo cuando me despido de la realidad y me integro al mundo de los sueños. Que procuro primero tu bien, porque tu mal me destruye más que mi propio malestar. Con vos, con vos el egoísmo no tiene espacio. Estoy dispuesta a recorrer mil millones de kilómetros, debajo de un calor insoportable, si este recorrido tortuoso terminara en tus brazos. Los que me alivian, me sostienen, me calientan, me serenan.
Me diste una historia de amor, más preciosa que todas las que me pude haber inventado, en un mes. Un mes bastó para saber que sos el hombre de mi vida, que te quiero de acá hasta que no podamos follar toda la noche, porque se nos desencaja la cadera. De aquí a viejitos. De aquí a la luna, de aquí a marte, de aquí a lo que desconozco. Te amo, Kwan. Siempre.
¡Feliz primer mes, mi gordito!