Notes

Es difícil guardar todo lo que se lleva dentro, apartar en un rincón ese viejo baúl de sentimientos y no hacer demasiado ruido, por si acaso vuelve a abrirse y la nostalgia llegase a gritar de forma desgarradora. Intentar mirar al frente, seguir caminando en línea recta, sin desvíos, siendo que en lo único que vas pensando es en darte media vuelta y salir corriendo hacia aquello que estás dejando atrás. Es difícil despedirse del pasado, más cuando estamos aferrados a uno que fue bueno, o no. La razón se pone seria, tratando de protegernos, de no causarnos más dolor, y dispara sin pensar una lluvia de argumentos para dejar todo en donde está. El corazón por su parte, lucha sin descanso por aquello que le hace sentir vivo, esquivando uno a uno los puñales que le lanza la razón, tratando de hacernos ver que, mientras algo continúe vivo, sería ilógico no seguir apostándolo todo por ello, aunque ni siquiera lo tengas, o ya lo perdieras por completo. Pero, detente. Piensa. El corazón necesita de la razón para su bienestar. Una parte de nosotros está cansada de tanto pelear por algo que sigues viendo demasiado lejos, otra, en cambio, aún guarda la suficiente ilusión para animarnos a seguir esperando, a no desistir de lo que queremos. Pero si ponemos todo en la balanza, y no hay diferencia. Las cosas buenas están al nivel de las malas opciones. Millones de personas en el mundo, pero sólo una es capaz de cambiar el nuestro, sólo una tiene el poder de sonreír y hacer lo que se le antoje con nosotros, aquella que te está provocando el daño. Debes de saber que no es su culpa, tampoco la tuya. Sentimientos en una sola dirección, tan descontrolados como complicados. Seguimos con nuestras vidas, como si nada, cuando menos lo esperas, te das cuenta de que estás en el mismo lugar, otra vez. Y, sin darnos cuenta, la memoria nos traiciona, los latidos del corazón nos disparan, y de nuevo, tú solamente quieres que todo pueda volver a tus manos. | bohemian.