Notes

Para un Ángel Guardián:

¿No has estado alguna vez en el raro momento en el que te das cuenta de que alguien que al principio era un completo desconocido, luego sin notarlo este o esta pasa a tener un rol en tu vida más importante que el de cualquier otro? Simplemente llega una persona que poco a poco se va integrando a tu vida, no tienes consciencia para cuando comienzas a darle importancia a esa persona, a partir de las primeras conversaciones te das cuenta de que ese completo desconocido te entiende más que cualquier otro que te haya rodeado antes. Mientras más hablas, más interés generas en esa persona hasta que llegas al punto en el que simplemente sabe más cosas de ti que nadie más, la confianza que tienes en «él» se vuelve mucho mayor a la que tienes depositada en las demás personas y para cuando te percatas, tienes a alguien que sin saberlo se volvió parte de tu estilo de vida, comienzas a tener un concepto de esa persona en el que consideras más correcto decirle "hermano" que utilizar cualquier otro término, sin darte cuenta, hasta el momento más efímero con esa persona se transforma en un recuerdo que jamás se borrará y tienes la completa seguridad de que todo lo que pases con esa persona en cierto punto, marcará tu vida para siempre; que exactamente esto, sentí yo contigo.

¿Te acuerdas de la primera vez que nos conocimos? Éramos dos extraños para con el otro, pero poco a poco nos fuimos dando cuenta de que teníamos muchas cosas en común, como por ejemplo, odiar al mundo. Día a día nuestro lazo se hizo más fuerte, convirtiéndonos en dos niños que intercambiaban todo el día secretos y sonrisas. A partir de ahí han ocurrido cantidad de cosas, siempre has estado ahí para defenderme, para aconsejarme, para levantarme, para tirar de mí cuando todo jalaba en contra, para enseñarme que nuestra locura es la respuesta sana a este mundo enfermo.

Y sí, puede que nuestra amistad haya tenido algunas comas, pero nunca un punto final. Que nos hemos alejado alguna vez, quizás más de las que nos hubiese gustado, pero ambos supimos valorar que lo que tenemos en común está por encima de cabezonerías y tonterías. Es que a veces tienen que pasar cosas malas para darnos cuenta de las buenas, al final hemos acabado juntos sin dejar que nada ni nadie nos separe y eso, eso es lo que verdaderamente importa. Sé que no eres perfecto. Sí, alguien tenía que decírtelo, aunque creo que ya lo sabes, pues ninguno de los dos lo somos y de todas formas quiero contradecir esa idea por encima de todo porque a ojos míos eres magnífico. ¿Y te digo una cosa? La balanza de tus dones y tus miserias está claramente descompensada en contra de tu lado oscuro, pero la forma en la que luchas es parte de lo que te hace diferente del resto y todavía aun más perfecto. Tienes un corazón gigantesco, y sabes que te mereces lo mejor, porque eres de los seres humanos más sinceros, bondadosos y trasparentes que he llegado a conocer. Tu sinceridad, tu forma de ser, hace que sea imposible no sentir un gran sentimiento por ti, mi niño.

La vida es sencilla pero a la vez de una tremenda complejidad, muchas circunstancias se pueden interponer en una bonita amistad. Además, ella también pasa de una forma rápida y se nos escapa de entre los dedos cuando menos lo pensamos, por eso que se debe agradecer cada día amistades tan vitales como la nuestra. La vida está compuesta de pequeños instantes que a veces trascienden al momento y, por supuesto que, tú has participado en alguno de esos instantes más profundos en lo que ha transcurrido de todo este 2018 desde aquel 14 de marzo.

Aunque somos muy diferentes, pienso que compartimos genes emocionales, lo que a veces me hace creer que la leyenda del hilo rojo del destino existe, aún así, agradezco por hacer de mi vida con tu presencia, un mundo mejor, y por mantener vivo este sentimiento tan bonito que es amarte como lo hago: como un hermano, como mi gran amigo del alma.

No quiero dejar de darte las gracias, no cuando he sabido siempre que cuento con tu amistad a mi lado, en donde me demostraste ser mi amigo en los momentos fáciles y divertidos pero también en los que me he visto hundido en el fango, transitando por las cloacas de mis sentimientos con un tú bajando al lodo de mis miserias más profundas sabiendo sacarme de allí. Por más y por eso: Gracias.

Sabes que a tu lado estaré ahora y siempre (de ser posible también, eternamente).
Y quiero que este 2019 tal y como el año que acaba de pasar, formes parte de él hasta el final.


Feliz-feliz año nuevo, Chris.

-Sei.