Notes

Eleanor, la historia desde mis ojos.

Recuerdo era una mañana fría en esa vieja estación de tren, mis brazos rodeaban mi cuerpo para darle un poco de calor ya que mi chaqueta vieja no era suficiente, sin esperar nada como todos los días, alce la mirada y la contemple, a esa mujer de sonrisa enigmática, rizos castaños que llegaban a sus hombros, un rostro que te obligaba a no acercarte, quizás no es la más atractiva del lugar pero desde que la mire supe que jamás la iba a olvidar. Intrigado al verla detrás de su móvil, tan adentrada a su mundo sin importarle el bullicio de la gente que la rodeaba. Me quede parado contemplándola como un niño frente a un aparador de dulces. A los minutos abordo el tren y con ella se llevo un suspiro de mi. Desde esa mañana tuvimos la fortuna de coincidir. Y sin embargo, Eleanor nunca se percato de ello pues siempre se encontraba detrás de libros, de hojas blancas, de pantallas; pues regularmente estaba inmersa en un universo tan alejado al mio. Por otro lado yo buscaba cualquier excusa para acércame a ella o compartir a su lado un minuto, siempre con la incertidumbre de que pensará lo peor, ¿Cómo podía abordar a esa diosa? todas las mañanas me preguntaba. Hasta que una mañana tome fuerzas de donde no conocía y le pregunte: ¡Buena la trama de esa novela que lees!, no tenia la menor idea que hablaba el libro pero fue mi manera de romper el hielo, se me quedo viendo con cara de ¡Idiota, llévate todo y lárgate!, al ver tal reacción en su rostro me dispuse a disculparme y formular rápidamente una excusa del porque mi acercamiento, ya venia su tren así que solo respondió con un ¡Sí!...