Notes

GIRLS WHO CODE.
"En una habitación donde se encuentren 25 ingenieros, únicamente 3 serán mujeres".

Hace unos meses, me topé en la red con Girls who code. Es un programa cuyo objetivo es el educar a mujeres en áreas referentes a la computación y nuevas tecnologías de forma que obtengan las habilidades necesarias para aprovechar futuras oportunidades en este campo.

Me pareció excelente iniciativa y me invitó a reflexionar un poco acerca del tema. Cuando reflexiono, normalmente termino con más interrogantes que conclusiones pero bueno, mi mente no descansa hasta encontrar una posible respuesta a cada pregunta o duda existencial.

Me puse a pensar y me pregunté: ¿Por qué? ¿Por qué somos 3 mujeres en una habitación donde 22 son hombres? ¿Qué piensan esas 3 mujeres? ¿Qué piensan esos 22 hombres?

Un punto que mencionan en la visión de Girls who code, es que consideran que exponer a las mujeres desde temprana edad a áreas como la computación, logrará que en niveles superiores de su educación sea más probable que opten por carreras relacionadas a la tecnología. Punto que considero piedra angular en toda mi reflexión.
Creo, que todas nuestras decisiones son tomadas de acuerdo a varios factores que definen nuestra identidad. Estos factores, muchas veces (la mayoría de las veces, quizás) llevan consigo prejuicios y dentro de los prejuicios, me temo que estereotipos.
Un estereotipo es justamente la cifra que menciono al principio; los hombres son ingenieros, las mujeres no.
Muchas veces me he topado con personas que me preguntan qué estudié y al responder, ver cómo éstas se asombran y me regalan un honor que no creo merecerme más que mis compañeros hombres.
Simplemente soy ingeniera, sé resolver problemas con programación y sucede o da la casualidad de que también soy mujer.
Las mujeres hemos caído en ese estereotipo. Creo que no nos sentimos competentes. Capaces de hacer lo que nuestros compañeros hombres hacen.
Digo que "hemos caído" en el estereotipo porque yo también lo he sentido. Lo sentí al ser parte de las 3 mujeres y mirar alrededor y darme cuenta que estaba rodeada de hombres, estaba tratando de ser lo que no se supone que una mujer deba ser. Y eso me hizo sentir superior a otras mujeres. Pero el superpoder no está en lo que sabemos, está en lo que hacemos con lo que sabemos.
Estas mujeres están transmitiendo sus conocimientos a otras mujeres para que en un futuro, éstas puedan tomar decisiones fundamentadas en su experiencia y en sus habilidades. Eso para mí, es digno de admiración.
Todos desconfiamos de lo que no conocemos. Creo que la iniciativa de Girls who code es una excelente manera de reducir la brecha de géneros en trabajos relacionados con la tecnología.
Creo, como Susan Sontag que las mujeres debemos tener la libertad de ser lo que queramos ser y estar orgullosas de aquellas que se atreven a ser. Que debemos estar conscientes de que mujer u hombre no nos hace especiales; simplemente nos hace diferentes pero igual de capaces.

¿Quieres saber más, de Girls Who Code? Visita http://girlswhocode.com/
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