Notes

Reconozco que desde un tiempo a esta parte sopesaba la posibilidad de hacerte llegar este mensaje. Más, sobre todo, a raíz de tu reaparición en la vida de una persona que para ti fue (y tal vez siga siendo) importante.

¿El motivo? Aportar mi punto de vista. Ofrecer una opinión que nadie me ha pedido ni solicitado, con el único fin de que dos amigos puedan volver a ser lo que fueron.

Conozco lo suficiente de tu historia con mi pareja como para saber, aunque sea a grandes rasgos, el vínculo que durante tanto tiempo mantuvisteis. He estado ahí prácticamente durante los últimos 16 meses; es decir, desde que nuestros caminos se cruzaron.

He escuchado.
He aconsejado.
He apoyado.

Nunca me he mostrado contrario a que te encontrases en su día a día, independientemente de que me faltases al respeto durante los primeros compases de la relación, dando respuestas a unos anónimos.

Todo cuanto he deseado para ella era que su mejor amigo estuviese ahí. Pero, lamentablemente, no has estado. Es más, desapareciste. Desapareciste para volver, como el que no quiere la cosa, meses y meses después.

Entiendo perfectamente el tono que empleó Eleanor en la conversación contigo. Como también que la dejase a medias e inacabada.

Lo menos que esta persona se merece de ti es un por qué.
Una respuesta a tu actitud.
Una disculpa.
Tan sólo necesitaba respuestas, no gracias sin sentido. Para eso, créeme, hubiera habido mucho tiempo después.

¿Sabes? Me resulta realmente gracioso que asegures que te dejaron en visto cuando fuiste tú quien cogió la puerta y se marchó sin ofrecer una despedida.

Sin embargo, voy a dejar a un lado todo lo que pienso al respecto para centrarme en aquello que necesito hacerte llegar. A partir de este momento puedes hacer con mi información lo que desees.

Si quieres recuperar a Eleanor, habla con ella.
Discúlpate.
Gánate su perdón.
Demuéstrale que eres esa persona que un día estuvo en su vida. Porque, por si te cabe alguna duda, dudo siquiera de que sepa quién eres.
Madura y afronta las consecuencias de tus actos: si deja morir la conversación, ¿por qué no te planteas qué hay detrás de ese silencio? ¿Tanto te cuesta insistir? Si ella te merece la pena, MUÉVETE. La has jodido, arréglalo.

Ni siquiera debería tener que decirte nada de esto. Tendría que salir única y exclusivamente de ti. Pero mira, ahí lo tienes. El empujón que necesitas.

Y, por favor, deja de llamar la atención por la plataforma respondiendo públicamente a ese tipo de mensajes. Lo único que consigues con esa actitud es que Eleanor se aleje más de ti.

Que tengas una buena noche.