Notes

Para Hide.

Me hubiera encantado que muchas cosas resultasen distintas y que la bonita amistad que teníamos no se diera por terminada de esta forma. Ambos nos equivocamos, tú al no llevar las mejores actitudes y yo porque debí haber demostrado más de lo que aparentaba. Ya no quería seguir viéndome mal y ante ello terminé convirtiéndome en lo más indiferente, no obstante, es algo que ya pasó y seguirá pasando con los días, con las semanas y los meses. Lo sé. Siempre he querido ver sonrisas sinceras en ti y me hace feliz ver como –aún si estoy en la distancia– ese bonito ángel del que tanto llegaste a hablarme-me hiciste de mención sea capaz de hacerlo (y que espero siga haciendo). Somos simples humanos que se equivocarán mil y un veces, que harán cosas y lastimarán a quienes más quieren sin darse cuenta –aunque muchas veces sea con consciencia– pero aquí no, nunca fue el caso. Yo ya no quiero que te sientas culpable ni te taches como el peor ser por lo que ocurrió cuando no te lo mereces; sí, cuánto hubiese querido que todo fuese de un modo diferente mas sin embargo creo nunca haber sido capaz de negarte algo, que así como con anterioridad y siempre iba a recibirte (te recibo) con los brazos abiertos. No es un día de lamentos, pero en el fondo lamento cosas que no hice en su momento o que no fui capaz de decir por miedo como de demostrarte. Pero dejando a un lado todo eso, no sabes como aprecio que todavía en lo más recóndito sigas a mi lado, porque lo siento así. Porque aunque pienses que no, eres por de más intachable, inolvidable aquí dentro mío; dentro de mi corazón. Tantas emociones y sentimientos vividos no se van así como así, no importa si hubieron dentro de ellos negativos porque yo he deseado llevarme todos los buenos conmigo junto a cada momento que prevalecerá como un memorable y lindo recuerdo. Hiciste tantas cosas por mí que nadie más hizo como esa de haber anotado mi peso para saber si no había disminuido y me alimentaba como debía, siendo lo más tonto, inusual, atento y dulce que nadie jamás hubiese hecho por mí. Ojalá hubiera podido darte más de lo que tú me dabas a mí o, al menos, lo mismo.
Eres una persona que solo necesita de aprender, un ser humano que se equivoca pero que por ello no se merece menos ni es el más malo, al contrario.
Tus palabras han sido tan fuertes y profundas (como todo lo que tiene que ver contigo) que estoy convertido en un manojo de sensibilidad ahora mismo.
No quiero que olvides que yo también te amo, que lo he hecho de la manera más tonta y fui el más idiota, pero siempre lo hice y es algo que aún hago y que dudo pueda dejar de hacer (no dejaré de). Que nunca podría desearte lo malo más que esa absoluta felicidad, mi chiquillo. Porque eso sigues siendo, un pequeño al que hay que proteger y cuidar tanto.
Decir gracias por todo queda demasiado corto pero de todas formas, gracias por estar y desearme un feliz cumpleaños. Te amor por siempre.